En una entrevista reciente con la revista Science & Diplomacy, el Dr. Eduardo Ortega-Barría, secretario nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Panamá, describió la audaz transformación del país en líder regional en ciencia, tecnología e innovación (CTI). Un elemento central de esta visión es la creciente colaboración de Panamá con el Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio Global (IAI).
Tras el traslado de la Dirección del IAI y la Secretaría del Foro Belmont a Panamá en 2024, el país se ha posicionado como un centro estratégico para la diplomacia científica y política en toda América. Esta medida reconoce el liderazgo de Panamá a la hora de abordar retos globales como el cambio climático y las tecnologías emergentes mediante políticas basadas en datos empíricos y la colaboración internacional.
El Dr. Ortega-Barría destacó cómo la SENACYT está trabajando en estrecha colaboración con el Ministerio de Relaciones Exteriores para rediseñar las estrategias de diplomacia científica, garantizando que el asesoramiento científico sirva de base para la toma de decisiones a nivel nacional y mundial. La nueva hoja de ruta para la diplomacia de la CTI, elaborada conjuntamente con el IAI, tiene por objeto fomentar un impacto tangible y la cooperación regional.
«Panamá está lista para pasar de la creación de capacidad a liderar la transformación», afirmó Ortega-Barría. «Con la presencia del IAI, estamos en mejores condiciones para configurar las agendas regionales y atraer asociaciones globales».
El Plan Estratégico Nacional actualizado de Panamá (PENCYT 2025-2029) se alinea con esta visión, invirtiendo en inteligencia artificial, semiconductores y bioeconomía, al tiempo que aprovecha su biodiversidad y su estatus de carbono negativo para promover el desarrollo sostenible. Iniciativas como FINNOVA y PROMISE, junto con proyectos comunitarios de resiliencia climática, reflejan un compromiso con la innovación inclusiva.