Entrevista con Tereza Cavazos, miembro del Comité Asesor Científico del IAI desde 2017

Para inscribirse en el webinario moderado por Tereza el 7 de julio, por favor use el siguiente formulario: https://us06web.zoom.us/webinar/register/WN_u93FyeJeRTu5tQJyZti6KQ

Tereza Cavazos es coordinadora del posgrado en oceanografía física del CICESE, que es el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada en Baja California, México.

¿Cuál es la misión de del CICESE?

En CICESE, la misión principal es generar conocimiento científico y tecnológico para resolver problemas tanto regionales, nacionales y de otras regiones del mundo. Y esto lo hacemos a través de la investigación básica, aplicada, transdisciplinaria, y la formación de recursos humanos de maestría y doctorado.

¿En qué estás trabajando en materia de escenarios de cambio climático o en análisis de tendencias climáticas?

En los últimos cuatro años hemos estado trabajando desde escenarios de cambio climático para México, Centroamérica y el sur de Estados Unidos, porque escogemos una región un poco más grande para ver qué está pasando alrededor de México. Empezamos con los escenarios de los modelos del [Coupled Model Intercomparison Project] CMIP 5 y, como sabemos, ya salió un nuevo grupo de modelos globales, que son el CMIP 6, que es la inter comparación de modelos. Nosotros hicimos escenarios primero con los anteriores, que fueron los que se utilizaron para el sexto reporte del IPCC (nos interesa muchísimo el que se relaciona con adaptación, impactos y vulnerabilidad). Hemos estado trabajando en esos escenarios y también estudios de diferentes procesos físicos que afectan a México. Porque una cosa es hacer escenarios de temperatura y de precipitación, pero también ir a la par estudiando fenómenos físicos que afectan a México como los ciclones tropicales, las lluvias monzónicas, cómo se mueve la corriente de chorro, y ver qué tendencias tienen. Yo he estado haciendo esto con mi grupo de estudiantes de maestría y doctorado, es una es una gran ayuda tener jóvenes interesados en estos temas. Porque solos no podemos avanzar tan rápido, pero teniendo un equipo de trabajo, y por supuesto, colaboraciones con investigadores de diferentes partes de México y de otras partes del mundo, podemos avanzar más rápidamente.

“Tenemos que aprovechar a los jóvenes para hacer análisis porque usan nuevas herramientas y métodos”

¿Dónde ves a estos nuevos científicos trabajando en México? ¿Qué puede hacer México para aprovechar este talento?

Definitivamente, siempre tenemos que pensar en que hay tres áreas específicas que quisiéramos que nuestros jóvenes llenaran. Una es educar a los nuevos jóvenes en universidades, en centros de investigación. Otra área es seguir haciendo investigación; necesitamos a estos jóvenes que saben nuevas técnicas, nuevos análisis de cómputo, de estadística, porque yo ya me quedé con los métodos de antes, los jóvenes de ahora tienen más herramientas. Entonces tenemos que aprovechar a estos jóvenes para que nos ayuden a hacer más análisis. Y la tercera es ese puente entre la academia e investigación, y los tomadores de decisiones. Nosotros quisiéramos que algunos de estos estudiantes también se fueran a instituciones que toman decisiones, como el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático en México o la SEMARNAT, que es la Secretaría del Medio Ambiente. Sabemos que nuestros estudiantes, cuando tengan la maestría y el doctorado, pueden apoyar para hacer investigación y trabajar en la toma de decisiones.

¿Con qúe modelos trabajas?

Cuando se hacen los reportes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), ellos se basan en escenarios de modelos globales, y últimamente ya están tomando en cuenta escenarios de modelos regionales para ver los impactos y los escenarios en escalas más locales. Entonces en este último reporte, que fue el sexto reporte, casi todo se basó en el grupo de modelos que conocemos como CMIP 5, que fue el grupo de modelos de intercomparación fase 5. Ahora, el año pasado salió una nueva versión. O sea, los modelos siguen siendo los mismos y algunos son nuevos, pero ahora hay muchísimos. Antes había 31, ahora hay como 70 modelos globales, de los cuales uno puede obtener información, pero es demasiada información. Entonces a esa serie de bases de simulaciones los conocemos como los modelos del CMIP 6, la fase 6 de estos modelos globales.

“Hemos creado una lista con los mejores modelos para México y Centroamérica que pueden ser de uso para equipos con menos capacidades de cómputo”.

Nosotros ya hicimos el primer trabajo para México y Centroamérica con estos nuevos modelos. Solamente usamos 31 modelos. Como es tanta la información, es muy importante hacer un análisis inicial y decir “estos son los mejorcitos porque sabemos que no todos los modelos simulan adecuadamente el clima de nuestra región”. Hay que saber si unos modelos sobreestiman demasiado, son muy secos, o qué sé yo. Entonces, decimos “bueno, estos no capturan bien los fenómenos de nuestra región”, los vamos haciendo a un lado, y nos quedamos con los que simulan, los que capturan mejor la variabilidad de nuestra región. Y esa información es muy importante para dársela a otros grupos, que tienen menos capacidades de cómputo. Porque solamente tienen capacidad para 2, 3 modelos, entonces escogen algunos de la lista que dijimos que eran los que mejor capturaban ciertas cosas.

¿Cómo trabajas con el IAI o con redes apoyadas por el IAI?

Yo me involucré con el IAI desde el 2017, y he participado en los diferentes comités que se conforman para evaluar proyectos, para desarrollar el plan estratégico a 25 años, que se definió hace un par de años, para generar métricas de cómo medir los avances del plan estratégico, y para aplicar la evaluación regional. Trato de formar parte de los diferentes comités que se crean dentro del IAI, para saber un poco de todo lo que se hace. También participé en el número especial de los resultados de la red de colaboración científica de todas las Américas en la revista Environment and Development, en el que actué como editora invitada. Trato de involucrarme en diferentes cosas para estar al tanto de las necesidades que tenemos en las Américas relacionadas con el cambio global.

¿Qué aporta el IAI a la región? ¿Qué es lo que más destacarías que se debe aprovechar?

Mucho, sobre todo cuando hay apoyo a proyectos (generalmente estos proyectos son interdisciplinarios, con varios países colaborando en una coproducción de conocimiento, y también de desarrollo de capacidades), eso es sumamente importante para nuestros países. Porque el reforzar la colaboración con diferentes grupos, no solamente de nuestro país sino de otros países, nos abre las posibilidades de mejorar lo que estamos haciendo en nuestro país.

“Necesitamos establecer puentes entre científicos y tomadores de decisión para que se puedan tomar acciones con una visión de largo plazo, no con visión de gobierno”.

¿Hay una estrategia específica del IAI que es un ejemplo para los demás?

Creo que hay algo sumamente importante: el puente entre los científicos (los que generamos la información) y los que toman las decisiones. Porque muchas veces desarrollamos información, tenemos los escenarios de cambio climático, tenemos las publicaciones, pero si esa información no la toman en cuenta, por ejemplo, los puntos focales del IAI y los gobiernos, entonces esa esa información se queda en nuestro escritorio. Nosotros, por ejemplo, aquí en Baja California (que es un estado muy seco, es el estado más seco de México, en el norte de México) tuvimos una reunión con la Secretaría de Medio Ambiente de Baja California que está muy abierta a tomar en cuenta todo lo que estamos haciendo sobre sobre el clima y cambio global en general. Yo le comentaba que una problemática que tenemos en México, y que ella reconoció, es el cambio de gobierno. Nosotros hicimos el programa estatal de acción ante el cambio climático para Baja California hace como 8 años, y ahí sacábamos una lista de estrategias, acciones. Por ejemplo, después de ese programa se estableció en Baja California la verificación vehicular para todo tipo de transporte, porque sabemos el transporte es el que más contamina el aire, tiene impactos muy importantes en los gases de efecto invernadero. Sin embargo, cuando hubo cambio de gobierno, quitaron todos los centros de verificación. Entonces tú dices “cómo es posible que algo que ya estaba funcionando bien lo quiten porque era del gobierno anterior”. Esta nueva secretaria quiere retomar todo eso, y está muy abierta a la comunicación. Entonces nosotros lo que queremos es que haya representantes del gobierno que estén abiertos a recibir nuestra información. Y, claro, necesitamos de alguna forma establecer ese puente para que se puedan tomar acciones con una visión de largo plazo, no con visión de gobierno.

¿Cuál fue la estrategia de comunicación? ¿cómo lograron que esto suceda?

Nosotros colaboramos en Baja California con varias universidades. Además del CICESE, hay otros centros del CONACYT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, que tiene cerca de 30 centros). Otro centro que está aquí es el Colegio de la Frontera Norte y ellos trabajan mucho en la parte social. Entonces, colaboramos conjuntamente y hay una experta en política pública. Hacen mucho de lo que hace el IAI; tienen a los científicos, pero tienen expertos en política, y esa comunicación entre los dos. Ella nos hizo el enlace para hacer talleres de trabajo científicos e invitó a tomadores de decisiones de diferentes partes del gobierno de diferentes áreas. Porque muchas veces nosotros podemos tener una acción, pero si esa acción no entra en lo que se está haciendo en el gobierno, pues no la pueden encajar. Entonces es muy importante saber qué es lo que se tiene en el gobierno para que algunas de estas acciones se puedan llevar a cabo en común, se puedan llevar a cabo a nivel de municipio o de estado.

En esos talleres (que es una coproducción de conocimiento con sectores) también invitamos expertos en el área vitivinícola (la región de Baja California es la más importante en vino en México), especialistas en pesquerías, expertos en diferentes sectores, para tener su visión de qué es lo importante para ellos. Por ejemplo, en este reporte que va a salir este mes del IPCC sobre adaptación, impactos y vulnerabilidad resaltan mucho esa parte, o sea, puedes tener la parte física, pero hay que conocer a los sectores y sus necesidades para saber cuál es el riesgo ante qué factores y cuál es el grado de vulnerabilidad de diferentes grupos. Entonces, desde ese punto de vista, hace rato me preguntaban “bueno ¿que se tendría que hacer?”. Yo diría que algo muy importante es poder tener un atlas de peligro y de riesgo en muchas partes del país, y en otras partes de Latinoamérica, porque teniendo eso ya sabes cuáles son las zonas más vulnerables, y a qué fenómenos. Y así se pueden tomar acciones de prevención. En nuestros países, muchas de las políticas que tenemos son reactivas, y lo que queremos es que sean preventivas de largo plazo, o sea, estar viendo que tales zonas tienen problemas, y de alguna forma establecer algunas políticas que puedan ayudar a mejorar, adaptarnos mejor a estos cambios.

“Las sequías y las ondas de calor son un foco rojo que tenemos en todo el norte de México y sur de Estados Unidos.”

¿Qué conocimiento científico es el que más interés suscita en el ámbito de la sociedad civil o los tomadores de decisión donde tú trabajas?

En el caso de Baja California y a nivel nacional también es el problema del agua, las sequías, las ondas de calor. Tener sequías y ondas de calor a la vez afecta a muchos sectores, desde la población, la salud los niños, los ancianos, o los que trabajan al aire libre en las zonas agrícolas, en la ganadería, la disponibilidad de energía, la disponibilidad de agua. Es un foco rojo que tenemos especialmente en todo el norte de México y sur de Estados Unidos. No me gusta hablar solamente de un país, sino más bien la zona climática en la que estamos, la que este fenómeno afecta. Porque nosotros también dependemos del agua del río Colorado, por ejemplo, un agua transnacional y binacional. Un aspecto que el IAI ha tomado en cuenta es la gobernanza binacional, dentro del plan estratégico, como una prioridad. Hay muchas cosas, no sólo el agua, hay otras cosas que son binacionales, como los bosques. Entonces creo que el poder tener escenarios y pronósticos de las sequías y de la disponibilidad de agua es algo muy importante. Nosotros estamos haciendo los escenarios, trabajamos en eso, pero el que esta información llegue a los tomadores de decisiones, a los diferentes sectores, es sumamente importante para tomar decisiones en cuanto a cambio, por ejemplo, de variedades de alguna uva o de o de algún producto agrícola. Esa comunicación entre los diferentes sectores es importante, como siempre se enfatiza en el IAI.

Para ir terminando, ¿cuál es tu palabra favorita?

Mi palabra favorita es “soñar”, me encanta soñar.

¿Cuál es tu ser favorito del mundo natural?

De animal, el gato. Y de natural, el árbol. Aquí en mi casa tengo árboles de diferentes tipos.

¿Cuál es tu sonido favorito?

El de las olas. Yo vivo frente al mar, tengo vista al mar. Hay otro que me gusta mucho y es el de los truenos. Yo soy de Monterrey, del noreste de México, donde hay grandes nubes, tormentas y extraño esos sonidos del verano.

Finalmente, ¿cómo te describirías a ti misma en tres palabras?

Soy extrovertida, alegre.

 

La entrevista en video está disponible aquí: https://youtu.be/vgtbaDF39Qc