El IAI coorganizador del foro de ciencia para la biodiversidad en la COP CDB en Cancún

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1 y 2 de diciembre de 2016
Cancún, México

El foro comenzó el 1 de diciembre con 450 participantes registrados.
Agenda del Foro científico (en inglés)

El mandato del IAI consiste en promover la investigación y el desarrollo de capacidades con el fin de proporcionar información para la toma de decisiones en cuestiones relativas al cambio global. El cambio global es una compleja combinación de cambios climáticos, cambios ambientales, actividades humanas y los impactos de cada uno de estos componentes sobre los demás. Por eso, la misión del IAI no solo se ocupa de las ciencias del clima, sino también de las ciencias de los ecosistemas, la biodiversidad, las sociedades humanas y el desarrollo.

Como parte de su misión, el IAI participa en los convenios de las Naciones Unidas sobre cambio climático (CMNUCC) y biodiversidad (CDB). En la Conferencia de las Partes de la CMNUCC de 2014, el IAI manifestó la necesidad de vincular la conservación de la diversidad biológica con la adaptación y mitigación del cambio climático (ver aquí para más detalles). En diciembre de 2016, el IAI con varios de sus científicos coorganizó el Tercer Foro de Ciencia para la Biodiversidad en el marco de la Conferencia de las Partes del CDB realizada en Cancún, México.

La COP-CDB
– manifestó su satisfacción por los resultados del Foro y por el compromiso de la comunidad científica reunida en Cancún con el objetivo de trabajar en asociación estrecha con los tomadores de decisiones y otros interesados para asegurar la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad, en el contexto de desarrollo de las comunidades y el bienestar de la sociedad.
– invitó a las partes a hacer uso de los resultados del Foro y a apoyar la coproducción de conocimiento con el fin de implementar el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 y alcanzar las Metas Aichi para la Biodiversidad.
– invitó a la comunidad científica más amplia a intensificar los esfuerzos por comunicar resultados de investigación, herramientas e información a los tomadores de decisiones, y por cubrir los vacíos de conocimiento identificados en el Foro junto con tomadores de decisiones y otros actores.

¿Qué significa esto en el contexto de los aportes futuros del IAI y la capacidad de las Américas para atravesar con éxito los retos del cambio global, incluyendo los cambios en la diversidad biológica?

Los científicos financiados por el IAI que estudian y monitorizan los bosques secos de las Américas reportan tasas de deforestación y cambio en la cobertura del suelo aún más alarmantes que las documentadas en la mucho más publicitada selva tropical de la Amazonía. Al mismo tiempo, sus estudios muestran la importancia de los servicios ecosistémicos para los habitantes de esos paisajes. Así, la conservación no consiste en preservar ecosistemas prístinos, sino en administrar, usar y proteger paisajes y ecosistemas habitados como reservorios productivos y resilientes de biodiversidad funcional.

Dos de los proyectos del IAI que asistieron al foro (CRN Uso del suelo, clima e infecciones en la Amazonia Occidental (CRN 3036) y Efectos de la perturbación antropogénica de hábitats sobre la dinámica poblacional de roedores y riesgo de enfermedades transmitidas por roedores (CRN 3076)), informaron acerca de la ajustada relación que existe entre la salud de los ecosistemas y la salud humana, mediada por las enfermedades transmitidas por vectores.

Todos sabemos que hay más plagas de insectos, más mosquitos, en determinadas partes de una ciudad o un paisaje que en otras. También es más común hallar ratones, ratas y otros roedores en ciertos ambientes que en otros. El desarrollo, como la apertura de caminos en regiones boscosas no desarrolladas, introduce alteraciones en el paisaje, la hidrología y la cubierta vegetal, lo que a su vez afecta la diversidad de insectos y animales y la ecología de los vectores de enfermedades. Esto impacta en la salud y el bienestar humanos de formas muchas veces no previstas.

La ciencia del cambio global tiene la tarea de traducir esas experiencias en conocimientos robustos que puedan aplicarse para guiar las decisiones de gobierno y gestión de paisajes para beneficio de los ecosistemas naturales y sus habitantes. Los interrogantes específicos que debe responder la ciencia son: “Estamos construyendo una carretera a través de la selva. ¿Qué cambios podemos anticipar en la fauna de roedores? Y sabiendo que los roedores pueden ser portadores de patógenos infecciosos, ¿cuáles son los riesgos para la salud humana? ¿Cómo perciben esos riesgos los habitantes afectados y cómo podemos mitigar esos riesgos?”

De este modo los proyectos subrayan que la vulnerabilidad de la salud humana debe ser un componente clave en las evaluaciones de la biodiversidad y los ecosistemas. La salud humana y la diversidad biológica son componentes mutuamente dependientes de los sistemas socio-ecológicos y se intensifican entre sí.

Los estudios del IAI muestran que:
– El riesgo de emergencia de enfermedades es alto en regiones de alta diversidad biológica que sufren presión por cambios en el uso del suelo.
– Una mayor diversidad de huéspedes y vectores incrementa el conjunto de agentes patógenos del que pueden surgir nuevos patógenos para los humanos, si los humanos intensifican su contacto con la vida silvestre por ejemplo, teniendo más actividades en áreas de alto riesgo.
– El riesgo de enfermedades depende del tipo de actividad humana (ej., cazadores), el bagaje cultural y las actividades socioeconómicas. Además, el riesgo varía en tiempo y espacio.

Los cambios en la biodiversidad han tomado escala mundial y una importancia similar a la del cambio climático. Por eso el foro tuvo por objeto llamar la atención sobre esta cuestión entre los encargados de formular políticas y el público. La ciencia tendrá que trabajar junto con la sociedad para garantizar un uso sostenible de la biodiversidad, el desarrollo de las comunidades y el bienestar humano en pos de un planeta resiliente. Para ello es necesario:
– Conocer y monitorizar los modos en que los cambios en la biodiversidad afectan el bienestar humano, la salud y la seguridad alimentaria en el corto y largo plazo;
– Reconocer las diferencias, sinergias y compensaciones entre los numerosos sistemas de valor de la diversidad biológica en la sociedad (económico, ecológico, social, cultural, etc.);
– Procurar la coherencia de las políticas dentro de los distintos sectores sociales y entre ellos con miras a la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad, por ejemplo, mediante el planeamiento a escala de paisaje.


Sandra Diaz: “IPBES pone de relieve la importancia de los científicos para proteger y usar más sustentablemente la biodiversidad”.


Rodolfo Dirzo: “5 puntos para incorporar resiliencia y sustentabilidad”.


Arturo Sanchez-Azofeifa:“Se necesitan nuevas tecnologías para medir la recuperación de los ecosistemas luego de eventos extremos”.


Dan Bausch: “Las causas de hantavirus y otras enfermedades deben estudiarse hasta sus raíces en la biodiversidad”..


Alisson Barbieri: “Crear datos políticamente relevantes para responder a las amenazas a la salud y vincular las escalas locales y globales”.